Bienvenidos al Devocional de HOY!
El libro de Crónicas es un libro histórico escrito por el escriba Esdras, al final del periodo de exilio del pueblo de Israel. Esdras quería recordarle al pueblo las leyes de Dios y que ellos eran responsables de cumplir las obligaciones inherentes al pacto de su relación con Dios.
En este capitulo, el Rey Asa por los primeros 10 años de su reinado en Judá, había hecho lo que era agradable ante los ojos de Dios. Inmediatamente Asa empezó a reinar, quitó la mayoría de ídolos que el pueblo había edificado y ordenó al pueblo a buscar a Dios. Tal era la obediencia de Asa a su alianza con Dios que cuando su propia abuela Maaca hizo un poste obsceno dedicado a la diosa Asera, el no solo lo hizo pedazos y lo quemó, sino que también la quitó a ella de su puesto como reina madre.
Incumplimiento de contrato
El Rey Asa junto a todo el pueblo habían hecho un pacto con Dios.
“Luego hicieron un pacto, mediante el cual se comprometieron a buscar de todo corazón y con toda el alma al Señor, Dios de sus antepasados.”
2 Crónicas 15:12 NVI
“Durante los primeros treinta y cinco años del reinado de Asá no hubo guerra.”
2 Crónicas 15:19 NVI
Nueva amenaza de guerra!
El rey de Israel Basa venía en contra de el rey Asa, y Asa hizo un pacto con el rey de Siria para que rompiera su alianza con el rey Basa e hiciera una alianza con el.
“Entonces Asá sacó plata y oro de los tesoros del templo del Señor y del palacio real, y se los envió a Ben Adad, rey de Siria, que gobernaba en Damasco. También le envió este mensaje: «Hagamos un pacto entre tú y yo, como el que hicieron tu padre y el mío. Aquí te envío oro y plata. Anula tu pacto con Basá, rey de Israel, para que se marche de aquí».
2 Crónicas 16:2-3 NVI
Que habrá pasado con el rey Asa? Porqué si durante tanto tiempo pudo experimentar la paz de Dios por causa de su confianza en Él, ahora decidió contar con otro rey en vez de contar con Dios?
Quizás se llenó de miedo, y pensó: “esta vez el ejército es muy grande” o quizás estaba confiando en que sus propios recursos y trueques antiguos iban a sacarlo de esta. Talvez se había acostumbrado a estar en paz y quería continuar estando en paz, y se enfocó tanto en mantener su legado que se le olvidó por causa de quien él todavía estaba de pie.
“En aquel tiempo vino el vidente Hanani a Asa rey de Judá, y le dijo: Por cuanto te has apoyado en el rey de Siria, y no te apoyaste en Jehová tu Dios, por eso el ejército del rey de Siria ha escapado de tus manos. Los etíopes y los libios, ¿no eran un ejército numerosísimo, con carros y mucha gente de a caballo? Con todo, porque te apoyaste en Jehová, él los entregó en tus manos. Porque los ojos de Jehová contemplan toda la tierra, para mostrar su poder a favor de los que tienen corazón perfecto para con él. Locamente has hecho en esto; porque de aquí en adelante habrá más guerra contra ti.”
2 Crónicas 16:7-9 RVR1960
Porqué Dios fue tan severo?
El rey Asa rompió su pacto con el Rey de Reyes y Señor de Señores, y confío en un rey mortal. Luego de haber quitado todo los ídolos él mismo ahora había hecho uno. Un ídolo es todo aquello que le quita el lugar a Dios en nuestras vidas, y ahora el rey Asa puso su confianza en otro hombre en vez de Dios.
Nosotros de igual manera aún después de experimentar victorias en Dios, se nos olvida que Él fue quien la ganó, y cuando enfrentamos una batalla aparentemente gigante, empezamos a buscar la salida por nuestras propias fuerzas. Esta es la razón por la que aveces perdemos la paz, porque empezamos a buscarla en los lugares equivocados.
Dios es un Dios de pactos y promesas. El siempre cumple su palabra. Pues “Dios no es hombre, para que mienta, Ni hijo de hombre para que se arrepienta. Él dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará?”
Números 23:19 RVR1960)
Pero nosotros a diario fallamos a nuestra parte del contrato, y como en toda alianza, hay una consecuencia cuando se incumple lo acordado. En los contratos no hay cumplimientos parciales, se cumple todo al pie de la letra o se está infringiendo el contrato.
Cuando nosotros buscamos paz en cualquier otro lugar o persona que no sea Dios, lo que acarreamos es guerra. Muchas veces nos sentimos en guerra hasta con nosotros mismos, llega la ansiedad, el estrés, y el temor. Sentimos que nada sale bien y nos atemoriza lo por venir; nos hace falta la paz que solo viene de Dios.
Hoy quiero animarte a que si haz roto tu alianza con el Rey, y has estado buscando la salida a tu situación usando tus propios medios, recapacites y aceptes la palabra de Dios para ti en este día. Dios quiere recordarte que El nunca te ha fallado y que cada vez que has dependido solo de Él, el no te ha defraudado. Si hoy te hace falta paz, Dios te está mostrando cuál es el único lugar en que puedes hallarla. Hoy Dios quiere hacer un nuevo pacto contigo. SHALOM
“Es mejor refugiarse en el Señor que confiar en la gente. Es mejor refugiarse en el Señor que confiar en príncipes.”
ORACION FINAL:
Padre celestial, gracias por hablarme en este día. Tu eres un Dios de promesas, y siempre cumples tu palabra. No hay nadie como tú, tu amor no tiene fin, tu misericordia es infinita, y tu bondad me alcanza todos los días. Por mas que corro y me escondo detrás de distracciones o quehaceres , encuentras la manera de hablarme y recordarme donde debe estar mi enfoque. Gracias por cariñosamente levantar mi cabeza para que te vea a Ti. Gracias porque en tu palabra encuentro paz, sabiduría y dirección. Hoy decido quitar de mi vida todo lo que no viene de ti, y lo que me roba mi tiempo contigo. Todo este caos que siento en mi mente y en mi interior, sé que lo puedes calmar si tan solo pongo mi confianza en ti mi Señor y Rey. Hoy me encargaré de lo tuyo, y t encargo mi vida a ti, en el nombre de Jesús, amén.
Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos:
que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.
Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.
Pues la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado.
romanos 10:8-11 RVR1960
