Bienvenidos al Devocional de HOY!
En el tiempo que Pablo escribió este capitulo, la iglesia no solo estaba luchando contra la influencia externa del mundo sino también la carnalidad interna. Esto ocurre cuando la presión del mundo y la debilidades de la carne se unen, causando que los Corintos a pesar de haber entregado su vida a Dios, no se dejaban controlar del todo por el Espíritu Santo. Nosotros como creyentes batallamos a diario con nuestra naturaleza caída, y es con la ayuda del Espíritu Santo que podemos vencer.
Desde el principio de la creación el hombre fue creado con un sueño de Dios en mente. Un diseño especial, un plan perfecto y extraordinario para el hombre; creado para Su gloria.
Dios creó al hombre a Su imagen y semejanza, le dió autoridad , y la muerte no estaba incluida en ese plan original. Sin embargo, luego de la caída del hombre, este vínculo se desgarró, por medio del pecado entró la muerte y hubo una separación entre Dios y el hombre. Esto es lo que hace el pecado, nos separa de Dios.
Luego vino Jesús a cambiarlo todo. Jesús vino a restaurar ese plan, vino a morir por nuestros pecados para que pudiésemos hoy tener vida en Él.
"Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia. "Juan 10:10
NUEVA CRIATURA
Al nosotros aceptar a Cristo estamos aceptando ese sacrificio que Él hizo por nosotros , estamos escogiendo el plan divino de Dios que nos lleva a una vida eterna con Él, y rechazando el plan nuestro.
A través de Jesús podemos recibir al Espíritu Santo que es quien nos guia y nos ayuda en cada etapa del camino. Es entonces cuando entramos en la batalla espiritual entre El espiritu que agrada a Dios, y la carne, que va en contra de los designios de Dios.
Una vez tomamos la decisión de seguir a Jesús, somos adoptados como hijos de Dios, pero Pablo en esta ocasión nos llama “Trabajadores o colaboradores de Dios”
BUENAS NOTICIAS!
Al igual que en su trabajo, usted tiene un horario, una responsabilidad, y cumple las reglas y planes de su jefe. Pero Pablo nos compara especialmente con trabajadores de construcción. Dice que el terreno( campo cultivable) son las personas a las que estamos sirviendo o a las cuales les estamos predicando. Entonces, al verlo de esta manera, nos damos cuenta de que estamos a Su disposición.
Claro que tenemos otras responsabilidades como trabajo, familia, escuela, etc. Pero no podemos aferrarnos a estas cosas terrenales porque todo esto pasará, más bien nuestro deber es servirle a Dios por medio de estas cosas, hacerlo todo como para Él. Nuestro horario es esta corta vida que tenemos y nuestro galardón está en el cielo. Trabajar para Dios cuesta, pero cuando ponemos sus sueños por encima de los nuestros y nos alineamos con su plan divino, que va aún más allá de nuestra propia vida, nuestra vida cobra sentido. Ya no es simplemente un corta vida donde todos nacemos para morir. Sino que estamos conscientes de que estamos aquí pero no somos de aqui, y que un día, nos veremos cara a cara con nuestro creador, el amado de nuestras almas.
Al igual que todo jefe, Dios está buscando personas dispuestas a trabajar para su reino, y cuando uno de nosotros rechaza su llamado, alguien mas llena ese puesto. Los beneficiados somos nosotros y nuestras familias.
“Entonces dice a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos.”
Mateo 9:37
ORACION FINAL:
Siempre pedimos ayuda a Dios, “señor ayúdame a lograr esto, a alcanzar aquello” pero, hoy quiero retarte a que le digas al Señor: “Señor, como te puedo ayudar? En que me necesitas ? Que puedo hacer para colaborar en tu plan divino para esta generación? Estoy a tu disposición Señor. “
Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos:
que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.
Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.
Pues la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado.
romanos 10:8-11 RVR1960
