Feliz Dia!

Bienvenidos al Devocional de Hoy!

Busca tu biblia y empecemos!

La lectura se encuentra en Salmo 132:3-5

No entraré en la morada de mi casa,
Ni subiré sobre el lecho de mi estrado; 
No daré sueño a mis ojos,
Ni a mis párpados adormecimiento, 
Hasta que halle lugar para Jehová,
Morada para el Fuerte de Jacob.

Conocemos a David como un pastor de ovejas que Dios ungió para ser rey de Israel. David fue el más pequeño de los hijos de Eli, el que derroto al gigante Goliat. Ya siendo rey, David vio cómo el tenia un palacio hermoso (casa de cedro) para vivir, sin embargo el arca del pacto de Jehova residía debajo de cortinas. (1 Crónicas 17:1)

David sintió que él no merecía descansar ni disfrutar de comodidades, cuando Dios no tenia un lugar para morar. Ahora bien, Dios no necesitaba un lugar físico para morar:

"Mas Salomón le edificó casa;

si bien el Altísimo no habita en templos hechos de mano, como dice el profeta:

El cielo es mi trono,
Y la tierra el estrado de mis pies.
¿Qué casa me edificaréis? dice el Señor;
¿O cuál es el lugar de mi reposo?
¿No hizo mi mano todas estas cosas?"
- Hechos 7:47-50

Entonces, si Dios no habita en templo hechos de mano, porque Salomon le edifico casa?

Aquí vemos cómo era el corazón de David. A David le dolía que el arca del pacto de Jehova, no tuviera lugar para morar, mientras que él vivía cómodo en su palacio. Sin embargo, Saul quien fue rey antes de David, no le importo el arca de Jehova durante su reinado. Luego fue desechado porque desobedeció a Dios. Hay veces que como Saul, solo nos importa la apariencia, aparentamos estar bien cuando en realidad no esta la presencia de Dios con nosotros. No le damos importancia ni valor a la presencia de Dios en nuestras vidas. (1 Samuel 15)

Cuando nos falta la presencia De Dios, nos desviamos de la verdad. Podemos hacer sacrificios y estar “trabajando” para Dios pero Dios no se complace de nuestros sacrificios cuando andamos en desobediencia. (1 Samuel 15:22)

Desechado: reprobado

"No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad."              
                                                   -Mateo 7:21-23

“A menos que Jesus sea Señor de todo, no es Señor en absoluto.”

Zwemer

David entendía la importancia de la presencia de Dios. David incluso dijo: “Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos.”

Hoy quiero animarte a que le abras un lugar en tu corazón a la presencia De Dios. Pero no cualquier lugar, el primer lugar. Cuando damos prioridad a la presencia de Dios, recibimos sanidad, bendición , y libertad; como en el caso de Obed-Edom. (2 Samuel 6:10)

David no durmió ni descanso hasta que estuvo seguro de que la presencia de Dios tendría un lugar. Luego vemos que Dios le dijo que su hijo Salomon seria quien edificara el templo. David le entrego a su hijo Salomon los planos para la construcción del templo y le dejo todo escrito en detalles. (1 Crónicas 28)

Estas dispuesto tu a hacer lo mismo? Cuanto te importa la presencia de Dios? Cuánto valor le das?

Hoy te animo a que invites al Espíritu Santo a morar en tu corazón, pero para que El entre a morar tienes que prepararle lugar. Cómo?

• Buscándolo Temprano: Saca un momento a solas con Dios (Salmo 63)
• Ayunando: Abstente de alimentar a la carne y alimenta tu espíritu. (Daniel 9:3) (Joel 2:12)
• Orando: Habla con Dios constantemente. (1 Juan 5:14) (Jeremías 29:12) (Salmos 145:18) (Jeremías 33:3)(1 Tesalonicenses 5:17)
• Persistiendo: Se constante, y no te rindas. (Hechos 2: 1-2)(Genesis 32:22-30)
• Obedeciendo su palabra: Lee, obedece, aplica, vive, y compártela. (Santiago 1:22-25)(Juan 14:23-24)

Oracion Final:

Padre amado, gracias por hablarme en este día. Perdóname por las veces que he aparentado estar bien cuando por dentro estoy vacío. Perdóname por preocuparme mas por las apariencias que por tu presencia en mi vida. Hoy decido preparar mi corazón para que tu Espíritu Santo venga y more en mi vida. Padre ayúdame a obedecer tu palabra y a vivirla. Quiero obedecerte porque te amo; en el nombre de Jesus, amen.